Ya conocemos sus beneficios nutricionales, así que manos a la obra.
Necesitaremos:
- Semillas de cereales, legumbres u hortalizas.
- Frasco de vidrio (puede ser los de conserva)
- Agua purificada o filtrada
- Trozo de gasa
- Elástico
- Colador.
Instrucciones:
1- Lavar las semillas de cereales, legumbres u hortalizas. Calcular unas 2 a 3 cucharaditas de semillas por cada recipiente.
2- Poner las semillitas en un frasco de vidrio. Debes cubrirlo con una gasa y elástico, sin la tapa.
3- Agrega 2 a 3 tazas de agua purificada o filtrada. Deja remojar las semillas entre 6 a 12 horas.
4- Hay que escurrir el agua de remojo y dejar solamente la que quede adherida a las semillas
5- Agrega agua fresca y sacude el recipiente para que las semillas reciban un enjuague. Enjuaga y escurre 2 veces al día (mañana y noche) para evitar la aparición de hongos y mantener la humedad.
6- Ubicar el frasco en un lugar tibio y oscuro de la casa. Ponerlo en una posición horizontal para aprovechar el espacio.
7- Debe esperar de 3 a 7 días, hasta que vea que crecieron unos 4 centímetros los brotes, y sacarlos a la luz. Ahí deben permanecer por unas 6 horas para favorecer el desarrollo de la clorofila.
8- Se debe cosechar los brotes cuando ya hayan aparecido las dos primeras hojas. El tiempo desde que comienza el brote hasta la fecha de la cosecha varía según la especie.
9- Se recomienda consumir frescos, en jugos, ensaladas o con pequeños golpes de calor, como pueden ser en guisos, tortillas y sopas.
10- Para conservar en el refrigerador, deben estar bien escurridos, ojalá sobre papel secante y tapados. Pueden durar hasta 7 días.
No hay comentarios
Publicar un comentario